miércoles, 21 de enero de 2009

Un cigarro, y tú.


Te hería todos los dias, pero nunca te importó.
Era mas importante que cumplieses con tu papel de Masoquista empedernida, ese que tan bien te quedaba.
Fumaba lejos de ti, a veces sin siquiera pensar en tu nombre. Seguro que en mas de una ocasión apague la colilla de ese cigarrillo en tu brazo, te quemé, pero solo sonreiste.

Patética hasta el fin, pude mofarme de tus pruebas fidelignas hacia mi, pero jamás creí en ninguna.
Cuando hacía frío, eso si...debo reconocer que usarte de abrigo me calmó mas de una vez.
Lástima que ahora es primavera. Ya no me eres siquiera de utilidad.

Pensaba constantemente en la forma de sacarte de mi vida, y te lo dije.
Tu me mirabas inocentemente.
No estaba seguro de la técnica que debía usar para seguir manipulandote.
Pude crearte cuentos, pero tu ya los tenías coloreados.
Siempre un paso antes que yo.

Empuñé mi mano, y me detuve.
Conmigo, se detuvo el reloj, la respiración, aquella escena.
Estabas tirada en el piso, mirándome con cara ingenua.
Entonces...te dije te amo.
Y por primera vez, te vi llorar.

1 comentario:

  1. "Y por primera vez, te vi llorar. "

    Una lagrimita desciende lentamente por mi mejilla...

    Hermoso escrito...

    te admiro Seth!

    Si pudiera te robaría esa imaginación... pero para qué? Si tú eres el que sabe utilizarla perfectamente...


    Estaremos conectados via Blog...*-*

    Cuídate!


    Besitos mi vampiro!

    ResponderEliminar