miércoles, 21 de enero de 2009

Estúpidas, estúpidos.


Las polillas nacen estúpidas...
Viven toda su vida sumergidas en la oscuridad. Es la única realidad que conocen. Por ende, cuando ven la luz de una fogata, una débil luz de esperanza, se arrojan a ella sin importar las consecuencias...entonces, arden bajo lo que era diferente respecto a su realidad. Mueren bajo el intento de conseguir la gloria en sus miserables vidas, y lo que es peor aún...es su miedo y debilidad la que las termina quemando, despojándose de sus alas, para arrastrarse en el suelo, y en ocasiones, para ser devoradas por simples hormigas.
No sé hasta que punto, vale la pena sacrificarse por aquello que nos ilumina, pero de una cosa estoy seguro, los seres humanos nacemos estúpidos.

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